Por Sebastián
Artola (*)
La espiral de
violencia que atraviesa nuestra ciudad tiene como telón de fondo la ausencia
del Estado municipal y provincial en los barrios más humildes de la ciudad, como
la connivencia de la policía provincial con el delito.
No son otras las
razones que explican una tasa de homicidios que triplica la nacional, los más
de cien muertos en lo que va del año 2013 y el crecimiento exponencial del
narcotráfico en la ciudad, pese a la molestia de las autoridades provinciales y
municipales.
En vez de ofenderse
por la publicación de un informe de la Universidad Nacional
de Rosario sobre la violenta realidad que atraviesa nuestra ciudad, más
importante sería que encaren con decisión política la resolución de las causas
que explican la misma.
En este sentido, un
aporte concreto a la ciudad del gobierno nacional durante toda esta semana fue
la presencia del Programa de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego,
perteneciente al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en el Club CAOVA y después
en la Vecinal
de Bº Azcuénaga, promoviendo el desarme de la sociedad, una cultura de la no
violencia y la resolución de conflictos por la vía pacífica.
Más de 500 armas se
entregaron entre el lunes y viernes en otro aporte del gobierno nacional para
frenar la violencia que vivimos en nuestra ciudad. Queda ahora el desafío pendiente
de un trabajo conjunto entre la ciudad, la provincia y la nación para enfrentar
con coraje y políticas públicas las razones de la violencia en la ciudad y
construir el sueño posible una sociedad con integración, paz, inclusión y
solidaridad.
(*) Foro Rosario
para Todos.