Por
Sebastián Artola (*).
El pasado
miércoles la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el Programa
PROGRESAR, para jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan,
están en condiciones de informalidad laboral o perciben un salario inferior al
mínimo. El mismo tiene por objetivo el inicio, permanencia y finalización de
los estudios, en los tres niveles educativos.
En
nuestra ciudad, según el censo del 2010, hay 120 mil jóvenes en esa franja
etaria. Habrá que ver cuántos están en condiciones de acceder al programa, pero
si tenemos en cuenta que el 50% de los desocupados de la ciudad tienen entre 20
y 29 años, y que el 60% de los jóvenes trabajan en condiciones de informalidad,
seguramente van a ser muchos más que los dos mil jóvenes que dijo, con poco
conocimiento, ni más ni menos que la secretaria de Promoción Social del
municipio Cecilia González.
El
desafío, siempre, es sumar esfuerzos y avanzar hacia respuestas superadoras.
Por eso, no fue lo mejor escuchar a funcionarios del municipio desestimarlo,
diciendo que la provincia ya tiene su política con el Plan “Vuelvo a estudiar”.
Si bien
el Plan “Vuelvo a estudiar” empezó a mediados del año pasado, se trata de una
respuesta piloto y focalizada, destinada sólo al nivel educativo medio, que se
lleva adelante en cinco ciudades de la provincia (Rosario, Santa Fe,
Reconquista, Avellaneda y Venado Tuerto). Según datos de la provincia, hasta
ahora logró incorporar 800 jóvenes al sistema educativo (430 en Rosario).
Cuando (según el Censo del 2010) hay 26.800
chicos entre 15 y 17 años que no van la escuela. Es decir, un 23%, cinco punto
más que la media nacional. Para Amsafé, el año pasado ese número llegó al 30%.
El
PROGRESAR es una política universal, con un seguimiento sobre el alumno,
teniendo que presentar un formulario de regularidad y materias aprobadas, y una
vez al año el control sanitario establecido por el Ministerio de Salud
nacional. Contempla, a su vez, una asistencia para la inserción laboral a
través del Ministerio de Trabajo y la posibilidad del cuidado de los hijos a
cargo del Ministerio de Desarrollo Social.
Al otro
día de su anuncio, una nota en el diario La Capital daba cuenta de una cifra
que sabíamos, pero que no deja de alarmar: el 70% de los homicidios del 2013
tiene como víctimas y protagonistas a jóvenes de los barrios más humildes de
nuestra ciudad.
Frente a
un proyecto de ciudad que no deja otra salida para los pibes de los barrios más
humildes que la violencia y el narcotráfico, como lugar de identidad, adhesión
y respeto, el PROGRESAR abre un camino distinto, planteando la inclusión en la
educación como una herramienta de igualación y proyección social.
Un
horizonte de vida que reponga la pertenencia de los pibes al barrio y la
ciudad, es el desafío de todo Estado que aspire a construir una sociedad con
igualdad de oportunidades, como aporte imprescindible para dar solución de
fondo al drama de violencia y muerte que atraviesan el día a día de nuestra
Rosario.
(*) Foro
Rosario para Todos.