“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 27-01-14.

Por Sebastián Artola (*).
El pasado miércoles la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el Programa PROGRESAR, para jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan, están en condiciones de informalidad laboral o perciben un salario inferior al mínimo. El mismo tiene por objetivo el inicio, permanencia y finalización de los estudios, en los tres niveles educativos.
En nuestra ciudad, según el censo del 2010, hay 120 mil jóvenes en esa franja etaria. Habrá que ver cuántos están en condiciones de acceder al programa, pero si tenemos en cuenta que el 50% de los desocupados de la ciudad tienen entre 20 y 29 años, y que el 60% de los jóvenes trabajan en condiciones de informalidad, seguramente van a ser muchos más que los dos mil jóvenes que dijo, con poco conocimiento, ni más ni menos que la secretaria de Promoción Social del municipio Cecilia González.
El desafío, siempre, es sumar esfuerzos y avanzar hacia respuestas superadoras. Por eso, no fue lo mejor escuchar a funcionarios del municipio desestimarlo, diciendo que la provincia ya tiene su política con el Plan “Vuelvo a estudiar”.
Si bien el Plan “Vuelvo a estudiar” empezó a mediados del año pasado, se trata de una respuesta piloto y focalizada, destinada sólo al nivel educativo medio, que se lleva adelante en cinco ciudades de la provincia (Rosario, Santa Fe, Reconquista, Avellaneda y Venado Tuerto). Según datos de la provincia, hasta ahora logró incorporar 800 jóvenes al sistema educativo (430 en Rosario). Cuando (según el Censo del 2010) hay 26.800 chicos entre 15 y 17 años que no van la escuela. Es decir, un 23%, cinco punto más que la media nacional. Para Amsafé, el año pasado ese número llegó al 30%.
El PROGRESAR es una política universal, con un seguimiento sobre el alumno, teniendo que presentar un formulario de regularidad y materias aprobadas, y una vez al año el control sanitario establecido por el Ministerio de Salud nacional. Contempla, a su vez, una asistencia para la inserción laboral a través del Ministerio de Trabajo y la posibilidad del cuidado de los hijos a cargo del Ministerio de Desarrollo Social.
Al otro día de su anuncio, una nota en el diario La Capital daba cuenta de una cifra que sabíamos, pero que no deja de alarmar: el 70% de los homicidios del 2013 tiene como víctimas y protagonistas a jóvenes de los barrios más humildes de nuestra ciudad.
Frente a un proyecto de ciudad que no deja otra salida para los pibes de los barrios más humildes que la violencia y el narcotráfico, como lugar de identidad, adhesión y respeto, el PROGRESAR abre un camino distinto, planteando la inclusión en la educación como una herramienta de igualación y proyección social.
Un horizonte de vida que reponga la pertenencia de los pibes al barrio y la ciudad, es el desafío de todo Estado que aspire a construir una sociedad con igualdad de oportunidades, como aporte imprescindible para dar solución de fondo al drama de violencia y muerte que atraviesan el día a día de nuestra Rosario.

(*) Foro Rosario para Todos.

"Pensar la ciudad", El Argentino (edición Rosario), 20-01-14.

Por Sebastián Artola (*).
La semana pasada se puso en marcha la anunciada “policía comunitaria” en la ciudad de Santa Fe. En marzo debutaría en nuestra ciudad. Empieza en Bº Las Flores como “prueba piloto”. Y en un segundo momento, se replica en Tablada y Ludueña.
Como complemento, se publicitó que ya está en marcha la instalación de 400 cámaras de videovigilancia en Rosario, y otras 200 en la ciudad de Santa Fe.
La política de seguridad pública del gobierno provincial está en la lupa y el “Plan de Seguridad Democrática”, anunciado con bombos y platillos, en noviembre de 2012, como respuesta a la detención del ex jefe de la policía provincial Hugo Tognoli por vínculos con el narcotráfico y la espiral de violencia que sufre nuestra ciudad, todavía no muestra muchos resultados.
Al menos así, lo grafican las estadísticas de una ciudad que en el 2013 tuvo 264 homicidios en todo el departamento y vio en los últimos tres años como se duplicaron la cantidad de asesinatos. Con una tasa de 22 homicidios cada 100 mil habitantes, Rosario cuadriplica la media nacional y triplica la de Córdoba, una ciudad con dimensiones demográficas muy parecidas a la nuestra.
En este marco, una profunda reforma policial y la democratización del Poder Judicial son imprescindibles, como también una presencia del Estado en el territorio, que sufrió un vaciamiento y desmantelamiento en sus políticas de desarrollo social como de salud, que permita empezar a construir una ciudad con inclusión e igualdad de oportunidades.
El debate sobre una policía local hay que darlo, siempre y cuando forme parte de un diseño estructural que permita reponer la conducción política y el control social sobre la fuerza, cortar los vínculos con el delito y avanzar en una presencia preventiva en el territorio.
Frente a este desafío, la “Policía Comunitaria” o “de proximidad” en nuestra ciudad no es ni chicha ni limonada. Que se suma a la existente Guardia Urbana Municipal (GUM), con objetivos y sentidos, por momentos, poco claros y superpuestos.
Lo mismo para las cámaras de videovigilancia. Si se inscriben en una profunda reforma policial, en el respeto a los derechos individuales y están a cargo de una autoridad pública que responda a una estrategia de lucha contra el delito, pueden ser una herramienta que contribuya a la prevención e investigación.
Lo contrario, no pasa de un negoción de 60 millones de pesos para la empresa que las vendió, un poco de publicidad para el gobierno y la posibilidad de recaudar más por infracciones de tránsito.
Así las cosas en nuestra Rosario, en medio del calor que no afloja, cortes de luz y una nueva embestida de las palometas en La Florida.
(*) Foro Rosario para Todos. 

“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 13-01-14.

Por Sebastián Artola (*).
Este fin de semana la “ciudad turística” vivió su fiebre de éxtasis. Con el paso del rally Dakar Rosario (o mejor dicho, una parte de ella) pudo mostrarse al mundo. Fue visitada por miles personas que colmaron los hoteles de la ciudad y estuvo en boca de numerosísimos medios internacionales.
Pero mientras el rally partió rumbo a Córdoba y San Luis, la Rosario de todos los días sigue, intacta, con sus contrastes profundos, dramas irresueltos y voces silenciadas.
El asesinato de Luis Medina, el pasado 29 de diciembre, habla de una ciudad que no encuentra calma. Con 257 homicidios en el 2013 Rosario es rehén de la violencia desatada por el narcotráfico y su connivencia con la policía.
Desde el Triple Crimen de Villa Moreno al procesamiento del ex jefe de la policía provincial Hugo Tognoli, la trama de complicidades entre narcos y fuerza policial se volvió evidente, salvo para quienes quieren esquivar el bulto viendo “operaciones” políticas o mediáticas (léase, Binner y compañía).
Ahora bien, nada de esto hubiese sido posible sin la falta de conducción política sobre la policía. Por ahí pasa la punta del ovillo para su resolución.
Por suerte, la ola de calor dio un respiro, pero eso no alivia la causa de los cortes de luz y el pésimo servicio de aguas.
Lo de Antonio Ciancio (ministro de Aguas y Servicios Públicos de la provincia) diciendo que "las inversiones que se han hecho han sido puestas a prueba y han dado los resultados que esperábamos" fue un sincericidio.
A la bajísima inversión que la EPE hizo en todo este tiempo (incluso disminuyendo lo invertido en Rosario en el último año), sumado a una subejecución de lo presupuestado para obras y equipamiento que se calcula en un 40% en los últimos 5 años, y con la tarifa más cara del país, no podía corresponderle otro resultado que el desastroso servicio de luz que estamos padeciendo.
Mientras las motos, autos y camiones del rally Dakar llegaban a nuestra ciudad, muchísimos vecinos seguían sin luz y agua (para algunos como parte de la “normalidad” que viven buena parte del año), y se cumplían dos años del Triple Crimen de Villa Moreno, donde tres pibes fueron víctimas de las balas del narcotráfico.
Seguramente, los que visitaron nuestra ciudad poco supieron de estas realidades. Tampoco es obligación que así sea. Pero para nosotros es la “realidad” de la ciudad en la que vivimos y aspiramos a transformar. Y queremos que las autoridades locales y provinciales den cuenta de las responsabilidades públicas por las que fueron elegidos.
Por eso decimos, Jere, Mono y Patón presentes, ahora y siempre! Ni un pibe menos por la violencia del narcotráfico y la policía santafesina.


(*) Foro Rosario para Todos.