"Pensar la ciudad", El Argentino (edición Rosario), 27-11-13.

Por Sebastián Artola (*).
Según se conoció este fin de semana, Santa Fe es la provincia con más alta tasa de consumo de cocaína del país, y se encuentra segunda en adicción de alcohol y tabaco.
Frente a uno de los padecimientos que más lastima el tejido social, en todo el sistema de salud municipal o provincial no existe un dispositivo común que atienda las problemáticas de salud mental y adicciones.
La imposibilidad de un acompañamiento por parte del Estado y una atención que se proyecte hacia el territorio, deja a nuestros pibes y sus familias librados a su suerte, con lo traumático que esto significa para el día a día de ellos como de la comunidad en la que viven.
Por supuesto, que los niveles de consumo en nuestra ciudad se corresponden con el crecimiento exponencial del narcotráfico en los últimos años, y un paso fundamental en la resolución del problema es una política que haga frente a la connivencia entre narcotraficantes y policía provincial, sin la cual nunca hubiese alcanzado semejante dimensión.
Pero cuando hablamos de la necesidad de una mayor y mejor presencia del Estado local y provincial en los barrios que permita abrir otros horizontes de vida a nuestros vecinos, nos referimos a políticas de urbanización, capacitación en oficio, inserción laboral, inclusión educativa, recreación y deporte, y también a la atención en salud primaria.
Es difícil concebir que la provincia con mayor nivel de adicción en drogas no tenga una política pública de salud que brinde una atención efectiva.
La promoción de una política de salud en prevención, asistencia y rehabilitación frente a las adicciones hace al mejoramiento de las condiciones de vida y a que los jóvenes puedan tener otras posibilidades.
Es ahí donde tiene que estar el Estado con decisión política, planificación y recursos, dando respuestas a los problemas de nuestros vecinos.
Encima de todo, a principios de octubre nos enteramos, a través de un informe del Tribunal de Cuentas, que el municipio no había ejecutado el 66% de los fondos destinados a la lucha contra las adicciones en drogas…  Menos mal que tenemos el mejor sistema de salud del país.

(*) Foro Rosario para Todos.

"Pensar la ciudad", El Argentino (edición Rosario), 18-11-13.

Por Sebastián Artola (*).
En estos días nos enteramos que fue procesado el ex responsable de Inspección Municipal Gregorio Ramírez por "incumplimiento y omisión en los deberes de funcionario" en la tragedia del Parque Independencia.
Sería interesante escuchar que tienen para decir ahora la intendenta Mónica Fein o el secretario de gobierno Fernando Asegurado.
Vale recordar que cuando sucedió la tragedia el pasado 10 de agosto, que se llevó la vida dos hermanas de 10 y 14 años, Asegurado había declarado que no era competencia del Estado municipal el control de los juegos mecánicos.
Peor aún la intendenta de nuestra ciudad, que había salido a victimizarse hablando de una “lluvia de denuncias” contra el municipio.
La manía de sacarse la responsabilidad de encima y patear la pelota para otro lado no es nueva. Ha sido el acto reflejo de esta gestión ante cada problema.
El artículo nº 20 de la Carta Orgánica Municipal establece claramente que la intendencia tiene el poder de fiscalización sobre todas las concesiones.
Es inconcebible que el más importante parque de diversiones que tiene la ciudad, por el que pasaban cientos de miles de niños y niñas día a día, no tuvo un sólo control por parte del municipio desde que se otorgó la concesión en el 2003 durante la intendencia de Binner.
Lo habíamos dicho, el municipio tiene responsabilidad política directa en la tragedia del Parque Independencia. Ahora el poder judicial nos dio la razón. Pero preguntamos: ¿la responsabilidad termina sólo en el área de Inspecciones del municipio?
Queda pendiente el desafío de poner en debate el rol del Estado, para terminar con los negocios de unos pocos y la indiferencia ante las demandas de la mayoría de los rosarinos. 
Debemos ser capaces de pensar un nuevo sentido del Estado para construir una ciudad donde todos y todas tengamos garantizado el derecho a la seguridad y a la protección de la vida.


(*) Foro Rosario para Todos.