"El derecho a la ciudad", Rosario/12, 27-05-12.

Por Sebastián Artola

En lo que va del año realizamos dos jornadas de reclamo frente a la Municipalidad de Rosario. La primera, convocada bajo la consigna “Ni un pibe menos”, fue el 9 de febrero al cumplirse un año del fallecimiento de Eric Roldán de 16 años ahogado en una cava ilegal de un terreno en Vía Honda cuando se metió a rescatar a su hermano más chico.
En la misma exigimos el cumplimiento de los compromisos asumidos por el municipio: relleno completo de las cavas, nivelación del territorio, desmalezamiento y creación de una plaza en el barrio. Al día de hoy, ni novedades.
La segunda, la realizamos el pasado 16 de mayo bajo la consigna “Los barrios también existen” y solicitamos una serie de demandas que traviesan a todos los barrios postergados de la ciudad como espacios públicos de juegos y recreación, guardias los fines de semana en los centros de salud, copa de leche, mejorado de calles, alumbrado público, ingreso de colectivos las 24 horas, agua potable, recolección de residuos y contenedores, y puestos de tarjetas del transporte público.
En ambos casos pedimos una audiencia con la intendenta Mónica Fein y le dejamos una carta abierta en la cual le hicimos llegar un diagnóstico realizado por nuestra organización en base a la realidad que presentan los diferentes barrios en los que venimos construyendo nuestra práctica territorial, acompañado de propuestas como camino para empezar a dar respuesta a esas necesidades.
Pero lo que son urgencias para nosotros, para la municipalidad parece despertar interés cuando es noticia en algún diario o canal de televisión, mientras en el medio se juegan las vidas de muchos vecinos de nuestra ciudad.
Está claro, lo que da vueltas en el fondo no es otra cuestión que la ausencia del Estado municipal donde más se lo necesita y el deterioro creciente en la prestación de servicios públicos que deberían tener garantizado todos los habitantes de Rosario.
Un Estado municipal más preocupado por los grandes negocios inmobiliarios o comerciales, que en el derecho que tiene todo ciudadano de Rosario a vivir dignamente en nuestra ciudad.
Por eso decimos también, los temas acá planteados son realidades que se encuentran agravadas por las condiciones de vulnerabilidad en las que se vive en los barrios más postergados de la ciudad, pero en muchos casos son situaciones que atraviesan a todos los rosarinos, y que en definitiva hacen a la posibilidad de vivir en una ciudad más integrada y armónica, cuya solución redunda en beneficio de todos.
Es a través de la participación colectiva y un Estado municipal que tenga como primer motivo ampliar derechos, igualar oportunidades, promover ciudadanía y el desarrollo integral de la ciudad, como creemos será posible construir un proyecto para todas y todos los rosarinos. Hacia ahí va nuestro aporte.

Rosario/12:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/22-33967-2012-05-27.html

Diario La Capital:
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2012/5/edicion_1302/contenidos/noticia_5020.html

Video sobre la jornada de reclamo “Los barrios también existen”, 16-05-12.



El miércoles 16 de mayo se realizó una jornada de reclamo frente a la Municipalidad de Rosario bajo la consigna “Los barrios también existen”. Ante el incumplimiento de lo acordado con funcionarios municipales en la movilización realizada el pasado 9 de febrero con motivo de cumplirse un año del fallecimiento del joven Eric Roldán, ahogado en una cava ilegal ubicada en un terreno de Vía Honda, vecinos de más de diez barrios de la ciudad que integran el Movimiento Martín Fierro se concentraron rente al Municipio para solicitar una reunión con la intendente Mónica Fein.
El motivo de esta nueva concentración, según sostuvo Sebastián Artola, referente de la agrupación, es “plantear a la intendenta nuestra preocupación por la ausencia del Estado municipal en los barrios más postergados de la ciudad y el deterioro creciente en la prestación de servicios públicos que hacen a los derechos básicos que deberían tener garantizado todos los habitantes de Rosario”.
Los integrantes de la organización entregaron una segunda carta abierta dirigida a la intendenta donde solicitan una serie de demandas vinculadas a “necesidades concretas que atraviesan a todos los barrios de la ciudad”, como “espacios públicos de juegos y recreación en los barrios, guardias los fines de semana en los centros de salud, copa de leche, mejorado de calles, alumbrado público, ingreso de colectivos todo el día, agua potable, recolección de residuos y contenedores, y puestos de tarjetas del transporte público”.

"La vuelta de la militancia", Página/12, 12-05-12.


Por Sebastián Artola

El acto en Vélez terminó de definir el sujeto político del kirchnerismo: la juventud militante. Habrá que ir hasta los setenta o los primeros años de la recuperación democrática para ver un protagonismo de los jóvenes semejante en la política nacional, aunque el mismo, y a diferencia de aquellos tiempos, ya no gira entorno a la figura del “trabajador” como sujeto de la Argentina industrial nacida durante el peronismo, ni se encuentra circunscripto a la condición de “ciudadanos” y bajo el formato clásico de los partidos políticos, como sería la marca de un retorno constitucional moldeado por el liberalismo democrático.
En el kirchnerismo la figura del militante se ha constituido en el centro de su épica y narrativa. Primero, de la mano del propio Néstor, el “presidente militante”, a través de reencontrar a la política con las ideas y las convicciones que permitió a una buena parte de nuestra sociedad volver a creer que otra Argentina era posible.
Su incorrección política, transgresión, entrega, voluntad inquebrantable y audacia fueron las marcas de un estilo donde no cabía aflojar ni torcer el brazo, al punto de jugarse la propia vida.
Y en segundo lugar, con los cientos y miles de pibes y pibas que volvieron a participar en política.
La militancia juvenil kirchnerista nació al calor de los enfrentamientos del gobierno con las corporaciones, en el tramo que va del conflicto por la resolución 125 contra las patronales agrarias en el 2008 hasta la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en el 2009, encontrando su punto más alto en la multitudinaria despedida a Néstor Kirchner en octubre del 2010, al que reconocieron como el “único héroe en este lío”.
Desde afuera de las estructuras tradicionales, ocupando el espacio público y bancando la parada en las más difíciles, terminaron de poner fin al ciclo de captura de la política a manos de alianza entre medios hegemónicos de comunicación y partidos políticos dominados por “operadores”, “técnicos” y “políticos profesionales”, que habría de condicionar la democracia en nuestro país desde fines de los años ’80 hasta entrado el nuevo siglo.
Con el retorno de la política en el 2003, bastaría que la misma eche raíz en el conjunto social para que la militancia ocupe el centro de la escena pública y se constituya en la columna vertebral del kirchnerismo.
Ya que la militancia es el momento colectivo y participativo de la política, y, por ende, más democrático y disruptivo, al situar a los hombres y mujeres como sujetos de lucha y transformación. No se desprende como dato objetivo según el lugar que se ocupe en las relaciones de producción, ni se halla supeditada al marco institucional de acuerdo a un conjunto de libertades que las más de las veces no pasan de su mera formalidad y mueren en la letra.
De ahí, que el devenir mismo de esta etapa política y sus posibilidades estén atadas a la militancia y, al interior de ésta, a los jóvenes que la protagonizan.
En la dialéctica virtuosa entre profundización del cambio, aun después de los más duros traspiés, y creciente adhesión militante y juvenil, sin dudas, se halla una de las claves para comprender la recomposición del kirchnerismo y la contundente reelección de Cristina con el 54% de los votos en octubre del pasado año.
De ahí también que sea posible pensar el nacimiento del kirchnerismo, en tanto fuerza política e identidad colectiva, como un acto común que va de la mano de su encarnadura en los pibes que decidieron salir a ponerle el cuerpo a este proyecto político.
Esto Cristina lo reconoce mejor que nadie. Fue el agradecimiento más destacado en su primera aparición tras el fallecimiento de su compañero de toda la vida, marcó la cancha en el cierre de listas en las últimas elecciones nacionales y en el discurso de Vélez situó a la nueva generación militante como “custodios” del modelo y única heredera del kirchnerismo.
Los medios hegemónicos también lo saben. Tiene claro que la identidad entre política y juventud es un fenómeno muy propio del kirchnerismo, no extensible a las demás fuerzas políticas por las que hacen campaña, e incluso distintivo en relación a los similares procesos políticos que se dan en los países hermanos de la patria grande.
Por algo la sistemática campaña de estigmatización hacia la militancia kirchnerista, acentuada en los últimos meses. Pero una vez más, la realidad dio cuenta de la verdad y dejó en orsai al fracturado relato de las corporaciones. En Vélez volvió la militancia. Porque para los pibes que desbordaron el estadio de Liniers el futuro ya llegó. Y dejaron claro que esta vez arrebatárselo no va a hacer nada fácil.


http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-193850-2012-05-12.html