“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 28-06-13.

Por Sebastián Artola (*).
Desde los asesinatos de los pibes de Villa Morenos ocurridos el 1 de enero de 2012 la ciudad viene siendo sacudida por una escalada de violencia que no cesa. En lo que va del 2013 se produjeron 107 homicidios. Es decir, uno cada día y medio.
El tiroteo del pasado martes a metros de una escuela en el sudoeste de la ciudad, y a minutos de la hora de salida, donde por milagro no hubo heridos, pone sobre la mesa una realidad que lejos está de atenuarse, más allá de los anuncios y esfuerzos publicitarios que hace el gobierno local y provincial.
La dimensión del delito y el crecimiento exponencial del narcotráfico en la ciudad constituyen el telón de fondo de una violencia que siembra de miedo, dolor y desconfianza a la sociedad, se lleva la vida de los pibes de los barrios más humildes y tiene de rehenes a los vecinos por las disputas entre bandas.
El mismo día del tiroteo se realizó la marcha contra el narcotráfico convocada por todo el arco político de la ciudad. Esperemos que la participación de los partidos que integran el gobierno municipal y provincial vaya acompañada de la necesaria decisión política para reestructurar la fuerza policial y recuperar el control civil sobre ésta, único modo de desmantelar su connivencia con el delito y el narcotráfico, como también de la creación de políticas públicas de integración e inclusión que permita a los jóvenes de los barrios más humildes tener un proyecto de vida como horizonte.
Sólo así será posible transitar un camino donde la consigna “Ni un pibe menos” sea una realidad.


(*) Foro Rosario para Todos.

“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 24-06-13.

Por Sebastián Artola (*)

El 20 de junio la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que el crecimiento económico de Rosario, visible en la cantidad de edificios construidos en todos estos años, forma parte del “modelo económico y político nacional” que se viene aplicando desde el año 2003.
Ya de regreso, vía Twitter, agregó: “También desde el helicóptero vi todo lo que todavía falta por hacer, el Gran Rosario, con sus barriadas pobres, sus villas. Por eso decimos que vamos por más”.
Rosario se encuentra en el corazón del complejo oleaginoso más importante del mundo, por donde se exporta el 80% de la soja del país. Este contexto explica el boom de la construcción que vivió la ciudad, como un lugar “seguro” y “confiable” donde invertir las rentabilidades extraordinarias de los productores de la región.
Ahora bien, esta inyección de recursos en la economía local que se tradujo en la proliferación de edificios y la creación de fuentes de trabajos en la construcción, no fue acompañado por la regulación del Estado local y provincial, truncando la posibilidad de que el crecimiento económico que caracterizó la ciudad en estos años marche de la mano con políticas de integración e inclusión social, que den respuesta a las demandas de infraestructura, vivienda, urbanización y servicios públicos que atraviesan a parte significativa de la población.
La articulación entre el municipio, la provincia y la nación, bajo un proyecto político común y una compartida mirada respecto al rol del Estado en la sociedad, es uno de los principales desafíos que tenemos en los próximos años para profundizar la transformación social, seguir ampliando derechos y mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos.

(*) Foro Rosario para Todos.

“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 17-06-13.

Por Sebastián Artola (*).
La política de vivienda del municipio es una de las cuentas pendientes de la actual gestión. No por casualidad Rosario fue la ciudad que más turnos solicitó cuando se anunció el PROCREAR hace un año.
Todas las iniciativas del municipio y la provincia no fueron más allá de anuncios, insuficientes en relación a la demanda, hechas a medida de los intereses inmobiliarios y en buena parte destinadas a sectores con ingresos mínimos que no se corresponden con el poder adquisitivo de las más de cincuenta mil familias que en nuestra ciudad no tienen garantizado el derecho a la vivienda. 
Como ya hemos planteado en notas anteriores, la falta de regulación del Estado local explica porqué el boom de la construcción que caracterizó el crecimiento económico de la ciudad tuvo su contraste en el permanente aumento del déficit habitacional.
El anuncio del pasado jueves de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de un plan de 360 viviendas para Rosario en el predio del club Tiro Federal Argentino, con espacios verdes y canchas de fútbol para los pibes de Bº Alberdi, marca otra política de vivienda a seguir.
Acá el Estado nacional propone otro rol, interviniendo sobre el mercado inmobiliario, poniendo un freno a la especulación y al abuso la lógica privada de oferta y demanda.
Sería bueno que tanto el municipio, como el gobierno provincial, tomen nota de esta iniciativa, e impulsen a partir de ahora otro papel del Estado en relación al mercado inmobiliario y al uso de la tierra, para avanzar decididamente en la conquista del derecho que tiene todo ciudadano a una vivienda digna y a poder cumplir el sueño de la casa propia.
                                  

(*) Foro Rosario para Todos.

“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 13-06-13.

Por Sebastián Artola (*)
Frente a la realidad del narcotráfico en la ciudad, que toma por rehenes a los pibes de los barrios más humildes, sembrando de violencia y dolor los territorios periféricos, mientras blanquea sus millones en el “boom inmobiliario” que propone el modelo económico del “socialismo”, cientos de jóvenes vienen participando de las Jornadas Solidarias “La Patria es el Otro” que están llevándose adelante en los barrios de Rosario.
Desde hace casi dos meses, todos los sábados, desde bien temprano, los pibes de las agrupaciones territoriales que integran Unidos y Organizados Rosario, trabajan codo a codos con los vecinos, pintando un club, desmalezando un terreno, construyendo una plaza o mejorando la cancha de fútbol del barrio.
Esta lucha por la conquista de derechos que el Estado municipal niega, muestra otra realidad que no es noticia en ningún medio de comunicación hegemónico.
Si el actual proyecto de ciudad propone como única salida para los pibes de los barrios el delito y el narcotráfico, para nosotros la participación, la organización y la solidaridad son los caminos para construir un proyecto de vida como horizonte y un sentido de pertenencia a la comunidad, en el marco de una ciudad con igualdad de oportunidades y justicia social.
Por eso, estamos convencidos que no hay mejor lugar para los jóvenes y el pueblo que la militancia y la política.


(*) Foro Rosario para Todos.

“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 03-06-13.

Por Sebastián Artola (*)
Si como sostuvimos el pasado lunes, la espiral de violencia y el crecimiento del narcotráfico en nuestra ciudad encuentran en la connivencia de la policía provincial con el delito una de sus causas explicativas.
La ausencia del Estado municipal y provincial en los barrios más humildes, el desamparo de los pibes en los territorios periféricos y un modelo de ciudad que marchó detrás de la especulación inmobiliaria y los grandes emprendimientos comerciales, es el otro rostro que nos permite entender la realidad del narcotráfico en Rosario.
A esta altura, no alcanza con decir que el tráfico de drogas es un fenómeno nacional o, incluso, internacional, lo que es una obviedad; o un delito federal, como de manera recurrente se escucha decir a funcionarios provinciales o del ejecutivo municipal.
La dimensión y virulencia que el narcotráfico tomó en la ciudad nos lleva a preguntarnos por la relación entre Estado, sociedad y territorio, tal como se fue configurando en estos años, y en particular por el proyecto de ciudad que la gobierna desde hace 18 años.
La sumisión del Estado local a los inversores privados y un modelo de crecimiento económico sin inclusión social dejaron a muchísimos rosarinos sin infraestructura social básica, servicios públicos dignos e integración socioeconómica.
De este modo, la fragmentación social, geográfica y simbólica es el telón de fondo de la violencia en los territorios periféricos, con un tasa de homicidios que triplica la media nacional, significando un negocio que mueve 2000 mil millones de pesos anuales, lo cual contribuye en proporción insospechada a los grandes emprendimientos comerciales e inmobiliarios, como medio para blanquear el dinero, a través de importantes abogados y estudios contables.
Frente a esta realidad, es imprescindible avanzar en una profunda reforma de la policía provincial, bajo conducción política y control civil. Como también reponer el rol transformador del Estado municipal, a partir de reconstruir el vínculo entre el territorio y la ciudadanía.
Un nuevo proyecto de ciudad es el camino para dar respuesta a las necesidades que hace casi dos décadas están pendientes y que el “socialismo” no ha mostrado interés en resolver.


(*) Foro Rosario para Todos