Por Sebastián
Artola (*).
La política de
vivienda del municipio es una de las cuentas pendientes de la actual gestión.
No por casualidad Rosario fue la ciudad que más turnos solicitó cuando se
anunció el PROCREAR hace un año.
Todas las
iniciativas del municipio y la provincia no fueron más allá de anuncios, insuficientes
en relación a la demanda, hechas a medida de los intereses inmobiliarios y en
buena parte destinadas a sectores con ingresos mínimos que no se corresponden
con el poder adquisitivo de las más de cincuenta mil familias que en nuestra
ciudad no tienen garantizado el derecho a la vivienda.
Como ya hemos
planteado en notas anteriores, la falta de regulación del Estado local explica
porqué el boom de la construcción que caracterizó el crecimiento económico de
la ciudad tuvo su contraste en el permanente aumento del déficit habitacional.
El anuncio del pasado
jueves de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de un plan de 360
viviendas para Rosario en el predio del club Tiro Federal Argentino, con
espacios verdes y canchas de fútbol para los pibes de Bº Alberdi, marca otra
política de vivienda a seguir.
Acá el Estado nacional
propone otro rol, interviniendo sobre el mercado inmobiliario, poniendo un freno
a la especulación y al abuso la lógica privada de oferta y demanda.
Sería bueno que
tanto el municipio, como el gobierno provincial, tomen nota de esta iniciativa,
e impulsen a partir de ahora otro papel del Estado en relación al mercado
inmobiliario y al uso de la tierra, para avanzar decididamente en la conquista
del derecho que tiene todo ciudadano a una vivienda digna y a poder cumplir el
sueño de la casa propia.
(*) Foro Rosario
para Todos.