“Pensar la ciudad”, El Argentino (edición Rosario), 06-05-13.

Por Sebastián Artola (*).

El modelo de salud es uno de los caballitos de batalla de la gestión “socialista”. La intendenta se jacta de destinarle casi el 30% del presupuesto municipal y es presentado como si fuese el mejor del país.
Lo cierto es que en nuestra ciudad el derecho a la salud lejos está de ser universal.
Los 52 Centros de Salud que conforman el dispositivo de Atención Primaria están cerrados los fines de semana y con suerte tienen horarios de atención por la tarde; las ambulancias no ingresan a los barrios, incluso cuando las llamadas son de los propios centros de salud; no hay reemplazos por licencia para médicos y pediatras, y menos para psicólogos o trabajadores sociales; los turnos con especialistas demoran como mínimo tres meses (para el oftalmólogo el tiempo es más largo); los insumos son cada vez más escasos y ni que hablar del acompañamiento con medicamentos gratuitos.
En el nivel de alta complejidad, la característica común es la falta de camas en relación a la demanda existente y la negativa corriente para operaciones complejas por falta de elementos de biotecnología.
A su vez, en Rosario hay una desregulación total en las condiciones laborales de los profesionales de la salud. A los médicos se los contrata bajo el régimen de locación de servicios.
En el caso del SIES (Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria), como denunciaron durante todo el año pasado los trabajadores de AMRA (Asociación de Médicos de la República Argentina), son contratados como becarios y por seis meses.
Tampoco existe un dispositivo en todo el sistema de salud municipal o provincial de atención en adicciones, siendo Rosario una de las ciudades que más alta tasa de padecimiento por consumo de drogas y alcohol registra en todo el país.
Entonces preguntamos… ¿la de Rosario, es la mejor salud del país?
 
(*) Foro Rosario para Todos.