Por
Sebastián Artola (*).
La reacción del gobierno nacional
frente al trágico temporal en La
Plata y en la ciudad de Buenos Aires, deja en claro las
diferencias con el modelo de Estado y de representación política que gobierna
Santa Fe y Rosario.
Si por un lado pudimos ver a la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner poner el cuerpo, dar la cara, hablar
mano a mano con los vecinos, recorrer los centros de asistencia, estar junto a
los voluntarios y anunciar medidas de reparación para los damnificados como los
créditos para la refacción de casas, la duplicación de la Asignación Familiar,
la Asignación
Universal y de Embarazo por tres meses, más un adicional de
4330 pesos en dos cuotas para los jubilados y pensionados que cobran la mínima.
Durante el temporal del 19 y 20
de diciembre del año pasado en Rosario, los vecinos de los doce barrios inundados
con suerte pudieron ver el helicóptero con el que Mónica Fein y Antonio
Bonfatti recorrían la ciudad, bien lejos de lo que pasaba en cada lugar, sin
ningún tipo de respuesta, más que las donaciones que la militancia pudo llevar
a las zonas más humildes de la ciudad.
Desde el primer momento, el
municipio y la provincia se sacaron toda la responsabilidad de encima, cuando
es sabido que la falta de recolección de residuos, el atraso en las obras
públicas, la limpieza de las zanjas o la inexistencia de las mismas en los
barrios más postergados, fueron las causas de tamaña inundación.
Recién en estos días, y a casi
cuatro meses del temporal, anunciaron una línea de crédito del Banco Municipal,
a los que muy pocos van a acceder dada la condición de vulnerabilidad de muchas
de las familias inundadas, y un pedido al gobierno nacional de asistencia para
los vecinos damnificados, que una vez más huele a chicana política y al recurrente
hábito de patear la pelota para otro lado, que a una respuesta concreta para quienes
hoy más necesitan del Estado municipal.
(*) Foro Rosario para Todos.